Adaptación al cambio permanente – luz Ángela Gómez de Marroquín y colaboradores
Con los métodos de respiración profunda, la relajación corporal y mental con mensajes lógicos, convincentes y la dinámica a nivel de tono muscular con algo d ejercicio; caminar, bailar antes de dormir, los sistemas funcionan mejor, tal es el caso de los aparatos digestivos, renal, nerviosos, con resultados magníficos en la regulación del sueño y el restablecimiento de la tranquilidad y la seguridad del “sí puedo”
El cerebro tarda dos horas en desconectar y poder dormirse. Por eso si estamos tensos o preocupados, el sueño tiene serias dificultades para llegar de forma natural.
Para lograr una buena relajación deben existir: Ambiente tranquilo y bien ventilado. El silencio agudiza la atención para vivenciar el lenguaje apropiado, positivo, exento de agresividad, utilizando pensamientos neutros como las cosas de la naturaleza que no exciten el negativo, por eso es preciso rechazar el “no puedo dormir”
Dara resultados sorprendentes pues devuelve la confianza para alcanzar las metas. Como se trata de un entrenamiento debe ser continuo y progresivo con objeto de que se realice un verdadero aprendizaje, no solo para dormir tranquilo, sino también para vivir mejor. Una vez entrenado, es practicable por sí mismo con más facilidad, no solo en casos de insomnio si no en cualquier momento que se requiera serenidad
La aplicación de estas vivencias es una preparación ante todo mental, aplicable para antes de un trabajo, una situación que no se domina o se teme. En otro sentido es un entrenamiento para enfrentarse a los cambios, manteniendo en equilibrio el estado mental con el corporal de manera que se conserve la tranquilidad, para comprender que gran parte de la revitalización se encuentra en el positivismo constituyendo un refuerzo posterior de adaptación al cambio ante la realidad presente, es pues una forma de combatir miedos y temores. Todo este proceso ordenado y estudiado según el caso particular, mediante métodos de relajación y desprogramación de preocupaciones contribuyen a lograr el ritmo personal del sueño.