
Durante los meses de verano, es frecuente que oigas hablar de lo que se conoce como “un golpe de calor en ancianos”, ya que nuestros mayores se encuentran entre los grupos más propensos a sufrir este tipo de incidentes.
El golde de calor se produce debido a las altas temperaturas, lo que provoca un aumento de la temperatura corporal, sin dar tiempo al organismo a regularse y enfriarse. Por suerte, la mayoría de los que se producen son leves, y no presentan sintomatologías graves, pero hay que estar alerta para evitarlos. En este post te damos los mejores consejos.
Síntomas del golpe de calor en ancianos
Si eres una persona del entorno o un profesional, te interesará conocer los síntomas más frecuentes para detectar un golpe de calor en ancianos:
- Aumento brusco de la temperatura del cuerpo, ocasionando fiebres altas.
- Deshidratación y contrastes: o están muy secos, o con sudores abundantes.
- Dolores de cabeza y mareos.
- Calambres musculares
- Agitación y aceleración del pulso.
- Irritación de la piel.
- La persona presenta confusión, desorientación o pérdida de consciencia.
Consejos para evitarlo
Ahora que ya sabes cuáles son los principales síntomas para identificar los golpes de calor en ancianos, a continuación te dejamos los mejores consejos para evitarlos, y que nuestros mayores no corran riesgos.
- Hidratación. Por lo general, las personas mayores de 65 años, suelen tener menos sensación de sed. Por lo que debemos prestar especial atención a esto, ya que hay que mantenerles hidratados constantemente. Intenta que tomen muchos líquidos, preferiblemente agua o zumos. Otras opciones son aplicar paños de agua fría por el cuerpo, como en la frente, las axilas o las muñecas, y ducharles con agua templada.
- En lo que respecta a la alimentación, la idea es que las digestiones no sean muy pesadas, por lo que recomendamos no realizar comidas copiosas, sino ligeras y equilibradas.
- Si te encuentras a su cuidado en casa, lo recomendable es ventilar la estancia para mantenerla en unas temperaturas adecuadas. Si hace demasiado calor, puedes refrescarla utilizando vaporizadores y humidificadores, ventiladores o aire acondicionado (aunque este último aconsejamos no utilizarlo si no es estrictamente necesario ya que reseca el ambiente).
- Evita la exposición a las altas temperaturas. Cuando el cuerpo supera los 40-41º de temperatura, podemos hablar de hipertermia. Si queremos evitar un golpe de calor en ancianos, una de las mejores soluciones es no salir a la calle en horas de mayor incidencia solar. Las horas más críticas suelen ser de 12 a 16 h. Los lugares cuya humedad sea elevada también son un foco de riesgo.
- Procura que no pasen mucho tiempo en espacios cerrados fuera de casa. Por ejemplo, dentro de un coche cerrado o en restaurantes y tiendas donde no haya la suficiente ventilación.
- Vísteles con ropa poco ajustada, cómoda y de tejidos ligeros como el lino o el algodón. Además, puede ser muy útil recurrir a complementos como gorras, sombreros o gafas para protegerlos del sol.
- Actividades sí, pero con moderación. Como es lógico, en situaciones de calor extremo, evita la práctica de ejercicio físico intenso o actividades similares. Te proponemos que busques alternativas y realices con ellos otras muchas actividades. ¡Hay tiempo para todo, solo se trata de encontrar el mejor momento!
- Monitorización continua. Mantener la vigilancia de nuestros mayores es imprescindible. Presta atención a todos los consejos anteriores y actúa con rapidez si la persona presenta cualquier síntoma, por mínimo que sea.
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